APLICACIONES DE LAS BOMBAS DE DIAFRAGMA
El principio de funcionamiento la hace muy fiable en la industria. Con este diseño, se ha desarrollado una gama de bombas, desde ¼’’ hasta 4’’, para caudales de unos pocos litros por hora hasta 60 m3/h. Ofrecen ventajas claras frente a otros tipos de bombas, ya que no poseen cierres mecánicos ni empaquetaduras que son las principales causas de rotura de los equipos de bombeo en condiciones severas o por trabajo en seco. Estas bombas son autocebantes, es decir, no es necesario llenar la columna de aspiración de líquido para que funcionen. Su mantenimiento es sencillo y rápido y con componentes fáciles de sustituir. Según el tipo de válvulas utilizadas, tienen una buena o muy buena aceptación de sólidos en suspensión.
Debido a la resistencia a la corrosión de estas bombas y a no ser necesario cebarlas para que funcionen, estos equipos son muy utilizados en la industria para el movimiento de prácticamente cualquier líquido y en multitud de industrias como ácidos, derivados del petróleo, disolventes, pinturas, barnices, tintas, fangos de depuradora, reactivos, concentrados de frutas, chocolate, plantas de proceso, industrias químicas, industrias alimentarias, ópticas, industrias galvánicas, bebidas, aguas residuales, minerías, construcción, buques, industrias cerámicas, cartoneras, fábricas de papel o circuitos impresos.
Encontramos diseños derivados para las aplicaciones sanitarias y de alta calidad para el sector químico, biofarmacéutico, o semiconductor. En algunas empresas existe una línea de montaje en sala blanca clase 100 y usa materiales como el PE o PTFE mecanizados.
Al contrario, otros fabricantes están dedicados a modelos para integración (OEM), de bajo coste y gran sencillez. Se pueden encontrar bombas tanto para dispensadores de bebidas en cinema como en tintómetros en la industria cerámica o máquinas de limpieza por disolvente en cualquier taller.